Vamos a ver, que seguimos leyendo tonterías sin fin contra la protección del lobo por parte de colectivos ganaderos y cazadores.
El senador por Segovia del PP criticaba la decisión diciendo que es "una medida política del eco fundamentalismo radical sin base científica, que no está social y científicamente, justificada ni demandada".
Hay que tener una tremenda cara dura para decir esto y para aseverar que se ha vulnerado el procedimiento legal de la inclusión en el listado, como dice. Todavía tiene la desvergüenza de decir que "desde el punto de vista científico no está justificado porque lo único que se ha hecho es dar cabida a la petición de una asociación radical de conservación del lobo, sin tener en cuenta que no obedece a la situación real de esta especie".
Nada, que tendríamos que haberle preguntado al senador del PP para saber en qué situación de conservación se encuentra la especie. "Radical", según la RAE, significa "intransigente, tajante y extremoso". Así que no es precisamente lo que define a las asociaciones que han promovido la protección del lobo, que han estado soportando y permitiendo los EXTREMISMOS de unos colectivos que sí han sido intransigentes, extremosos y tajantes con su "no al lobo", como lo es el señor senador, que lo será por intereses electorales, por supuesto.
Después de aceptar "controles" y ver cómo se convertían en algo regular e injustificado en vez de "excepcional y justificado" como marca la ley, después de ir presenciando la persecución por parte de la administración y también por parte de la caza y la ganadería, incluyendo la persecución furtiva y delictiva, y de comprobar el estancamiento de la población de lobos, ya hace años que nos cansamos de dar el brazo a torcer, de soportar cómo nos tomaban el pelo y de ver cómo mataban, y matan, lobos, sin parar. ¿Y se atreve a llamar radicales a las asociaciones conservacionistas?.
Recuerdo que lo que detonó el nacimiento de la Asociación Lobo Marley fue el espantoso hecho de que, en una batida multitudinaria en Cantabria, fuera asesinado un lobo radiomarcado, lo que ya era el colmo y confirmaba que los lobos eran aniquilados salvajemente, sin miramientos y que, además, estaban utilizando la telemetría, que supuestamente era para estudio científico, para localizar y masacrar a los lobos.
Dicen algunas voces iluminadas que esto sólo sirve para encolerizar a los ganaderos. Claro, todas las normas que son para el bien común incomodan a los que son egoístas. Las muertes de lobos ya suceden y lo hacen en silencio y diariamente. Por tanto, contamos con la pataleta de los colectivos anti-lobo y bueno, habrá que constreñirla. Siempre que se quiere avanzar hacia un mundo más justo, más respetuoso, están los que no quieren cambios. Pero aquí estamos hablando de conservación de la naturaleza, conservación de una especie, e incluso más aún, por respeto a la vida y también a las generaciones venideras. Llevamos décadas con la cantinela. ¿Cómo es posible que desde los años 80 no haya aumentado el número de grupos de lobos? Porque calculamos que mueren más de mil lobos anualmente, entre los que matan los guardas contratados por las administraciones, los cazadores, los ganaderos de forma ilegal, los venenos, los atropellos, etc.
Intenta este senador engañar al público diciendo que "quienes conocen la situación real del lobo, como son los Colegios de Ingenieros de Montes, de Ingenieros Agrónomos o el propio Colegio de Veterinarios, lo han desaconsejado por las consecuencias sanitarias que se pudieran derivar".
No sé dónde ha estudiado este señor, pero hay que decirle que son biólogos, científicos de la biología, los que estudian y conocen la situación del lobo. Ni veterinarios, ni ingenieros agrónomos ni de montes, ni políticos. Por cierto, no los biólogos financiados por las administraciones anti-lobo, como hay algunos, que con tal de seguir con el chiringuito, venden al lobo al mejor postor. ¿Qué consecuencias SANITARIAS dicen los veterinarios e ingenieros que tendrá la protección del lobo? Es para ver si puedo usarlo como chiste.
Después habla el senador de las consecuencias tremendamente graves que se puedan derivar para la evolución demográfica en estas zonas y que se pueden convertir en un elemento de riesgo para la conservación de la especie.
Claro, el fin de los pueblos de España. Explicad al senador que, si el lobo afecta a un ridículo 0,3% de la población rural, es precisamente porque su situación es precaria y de persecución crónica. Que si no fuera perseguido y pudiera vivir en paz, y se implementasen las medidas oportunas de prevención de daños, no afectaría a ese cero como algo por ciento. En todo caso, aún así no se han visto éxodos masivos de personas por el lobo. Y, de todos modos, mirad cómo funciona el mercado, los intermediarios y todas las medidas políticas relacionadas con la ganadería, al que estos políticos protegen usando al lobo como cabeza de turco. No vaya a ser que encuentren ahí los motivos por los que los pequeños ganaderos lo dejan desde hace décadas.
También dice que al norte del Duero, donde es especie cinegética, el lobo cuenta con 162 grupos mientras que al sur, donde es especie protegida, sólo hay 29 grupos y que son los que producen el 85% de los daños. Explicadle al señor senador que el análisis que hace es incorrecto. Es justo al contrario: la especie se protegió al sur del Duero porque la situación del lobo era crítica. Evidentemente, no es que haya menos porque estén protegidos o que haya más al norte del Duero porque haya sido especie cinegética. De hecho, la protección consiguió que aumentasen los grupos, claro está. Pero sigue siendo una población precaria, siempre perseguida e incluso de forma enconada y constante por parte de la Administración. La Junta de Castilla y León, por ejemplo, tiene su "patrulla anti lobos", la que llaman eufemísticamente "patrulla de seguimiento de fauna", que se dedica al exterminio del lobo. En esta situación de persecución es lógico que se produzcan daños, pues los grupos de lobos no pueden desarrollar una vida natural y armónica. Si a esto se une la falta de medios preventivos ganaderos, la explicación es muy fácil de comprender. Nada más. Aún así, el lobo sigue afectando a un porcentaje mínimo de la ganadería.