martes, 21 de agosto de 2018

21 AGOSTO. EL DÍA QUE MURIÓ UN LOBO LLAMADO MARLEY

21 AGOSTO. Hoy se cumplen ya 6 años desde que murió un lobo llamado Marley por los científicos que lo radiomarcaron. Su asesinato constituyó un punto de inflexión para la paciencia de los conservacionistas de toda España. Fue la gota que colmó un vaso lleno de indignación por la persecución a la que la especie estaba sometida desde siempre. 

El 29 de septiembre de 2011, tras ser confirmada la reproducción de un grupo de lobos de la zona de Cabrales (donde se produce el famoso queso), fue capturado mediante trampeo para radiomarcaje, tras muchas noches de esfuerzo, un cachorro de lobo en Picos de Europa en el marco de un estudio científico financiado por el Parque Nacional. 
 

Se le asignó el código PNPE 03 y se le bautizó Marley. En realidad, era el único cachorro localizado en el grupo, que parecía estar compuesto por 4 adultos y subadultos y un cachorro. Sabemos que muchos grupos no reproducen y que la mayoría de los cachorros no sobreviven el primer año. 

El collar de Marley sirvió para descubrir que los movimientos de un grupo de lobos pueden ser tan amplios que lleven a la confusión de creer que hay varios grupos y más lobos de los que hay realmente. En este caso, Marley y su familia se movían dentro y fuera de los límites del Parque Nacional, en el Principado de Asturias y en Cantabria. Por tanto, cada vez que cruzaban una frontera regional o una frontera política, su estatus de protección cambiaba. Por la mañana podían ser especie teóricamente "protegida" y sujeta a matanza con excusa de "control", y por la tarde podían convertirse en especie cinegética. Los guardas de los diferentes lugares (Asturias, Picos, Cantabria...) realizan un seguimiento paralelo y se contabilizaban, parece ser, como si fueran tres grupos de lobos cuando en realidad era uno solo. Pero ellos no lo sabían, evidentemente... y hacían su vida de lobos recorriendo, como se pudo determinar, muchísimos kilómetros diarios. 

El grupo sufría la triple presión de los controles llevados a cabo por el Parque Nacional, por el Principado de Asturias fuera del Parque y por el Gobierno de Cantabria y la ley de Caza de Cantabria en esos territorios. 
Las correrías arriba y abajo en la montaña, los olores a bosque y monte, los aullidos en las noches silenciosas de la montaña... todo se terminó de un disparo el día 21 de agosto de 2012HACE HOY SEIS AÑOS, cuando Marley apenas tenía poco más de un año de edad y cayó fulminado junto a otro lobo. Del otro no sabemos mucho y sólo llamó la atención el hecho de que Marley portaba su collar.  De hecho, seguramente no hubiéramos sabido nada de sus muertes si no hubiera sido por esa circunstancia; esto mismo puede estar pasando hoy con otros lobos... que mueren silenciosa e impunemente mientras la mayoría de las personas cree que "hay muchos lobos" o que "los controles son necesarios" como les dicen desde la administración o quienes están trabajando para la misma. 

La excusa de estas muertes es la prevención contra los ataques al ganado, ganado que pasta en Cabrales y sus alrededores, en extensivo, libre y sin protección alguna, pero en aquella época los informes de los científicos del Parque ya indicaban que los controles se correlacionaban positivamente con aumentos de los ataques, que cuando había controles en invierno o primavera aumentaban claramente los daños ese verano, que cuando hay reproducción en la manada no aumentan los daños al ganado, que el aumento del número de lobos no se correlacionaba con aumento de ataques y además se verificó que de los 4 vallados electrificados entregados a los ganaderos sólo uno era utilizado regularmente.

La muerte de Marley fue la gota que colmó un vaso lleno de rabia e indignación por la matanza y persecución masiva del lobo ibérico y por la nefasta gestión del Parque Nacional de Picos de Europa, convertido en un parque ganadero donde el lobo, la especie apical más importante, es demonizado y perseguido. Este vaso de indignación se desbordó alimentando las semillas de las que nació la organización Lobo Marley, compuesta por muchísimas personas que desde entonces luchan sin cuartel por la denuncia y persecución de hechos como ese y a favor siempre de los ganaderos que utilizan medios preventivos y que quieren que haya lobos que regulen enfermedades de los ungulados. Y luchan por la protección del lobo a pesar de los personajes antilobos anclados en las leyendas que heredaron de niños o en intereses económicos, a pesar incluso también de algunos que se visten de conservacionistas pero que aplauden los controles (matanzas) de lobo para tener beneplácito de las administraciones o ve tú a saber con qué intereses.

Algunos dicen que se ha recrudecido la lucha debido a eso, pero creo que eso es rotundamente falso y en realidad lo que sucede, desde un análisis sociológico objetivo, es que ahora el interés por la conservación del lobo crea un movimiento social que molesta a los sectores que perseguían al lobo y que estaban muy acomodados (cobrando subvenciones, cobrando indemnizaciones, usando el medio natural sin métodos de prevención, etc). Puede, por tanto, haberse recrudecido la lucha de prolobos & antilobos, pero la lucha contra el lobo ya existía. La diferencia es que antes los lobos morían en silencio. 

Como un insulto verificador, en enero de 2013, tan sólo tres meses después, cayó abatida en el Portillo de la Reina una loba de apenas 8 meses de edad, radiomarcada por el mismo equipo científico. Se llamaba Naule y había sido radiomarcada 3 meses antes, poco después de muerto Marley.
Siguen cayendo lobos y el movimiento por su conservación se fortalece cada vez más. Seguiremos luchando por la conservación del lobo sin cuartel y nadie nos parará. De esto es ya ajeno aquél lobo al que se bautizó Marley.