LA VIGA EN NUESTRO OJO:
1. Que vino el lobo y era mentira.
Hace un par de meses se publicó el siguiente titular en medios de comunicación: “Los lobos atacan a 60 ovejas en una explotación...”. En un pueblo de Zamora. Fue en una nave y 60 ovejas muertas; ¿lobos? me parecía muy dudoso, ciertamente. Muchas de ellas asfixiadas, eso sí, al amontonarse por el pánico. Las asociaciones de ganaderos saltaron inmediatamente exigiendo el “control estricto”, el “desalojo total y absoluto” del lobo, diciendo que no van a “tolerar” que el lobo “se extienda impunemente” más allá de la Sierra de la Culebra (donde saben que su presencia aporta jugosos ingresos). Afirmando que el lobo es “absolutamente incompatible con la
ganadería”. Amenazando -como de costumbre- con tomar represalias por su cuenta. Los ganaderos piden cosas muy raras… porque, señores, los lobos no pueden estar restringidos a un terreno delimitado como si fuera un parque temático, ni en una Reserva, como están pidiendo. No pueden estar restringidos a la Sierra de la Culebra como si de un zoo se tratase. Es algo absurdo e imposible. Nuestro objetivo no es sólo tener lobos; no se trata de salvar al lobo aun a costa de perder su papel ecológico. Se trata de que haya ecosistemas funcionales.
En todo caso, 4 días después, se publicó este titular: “Los informes confirman que el ataque que causó la muerte de 60 ovejas no fue de lobos”. Los técnicos lo pudieron comprobar porque esta vez era muy evidente que la autoría de los hechos ¡ay amigo! había venido de Canis lupus… pero de subespecie familiaris.
Una vez me enteré de que los perros de un ganadero aficionado –es decir, dueño de otro negocio y con unas cuantas ovejas como hobby en su finca, libres y sin protección adecuada- que se estaba quejando de los lobos, entraron en la finca del vecino, también ganadero aficionado, y le prepararon una escabechina que se tradujo en una batida por parte de la patrulla antilobos de Castilla y León con el resultado de un lobo muerto. Después creo recordar que se cargaron otro más, incluso. Nadie supo que los causantes del ovicidio habían sido perros ¡y de un pastor!. Se mataron lobos por las quejas de un hombre que no vivía de sus ovejas y encima cuando los causantes habían sido perros. ¿Es o no es indignante?.
En cuanto a daños por perros o por lobos… sólo decir que J.Echegaray y C.Vilá analizaron excrementos en una zona donde el 95% de los daños al ganado se atribuían a lobo. ¿Qué descubrieron? que las ovejas representaban 1/3 de la dieta de los perros de la zona y sólo el 3,3% de la de los lobos. En Reino Unido no hay lobos y los perros matan anualmente decenas de miles de ovejas. Y se calcula que hay un 20% de reclamaciones fraudulentas sólo en Asturias.
2. Patrulla anti-lobo en siglo XXI. Y ecologismo extraño.
Algunos aún preguntan sorprendidos: ¿pero es que hay una patrulla anti-lobo?. Pues sí, hombre, sí, desde hace años. De hecho, las últimas víctimas de la susodicha patrulla fueron un lobo matado en Zamora y el 10/febrero una loba en Ávila. Claro que la presión de los ganaderos debe ser brutal. Y aún el vocal ganadero dijo el otro día una frase sorprendente -pero de uso manido entre
ganaderos y cazadores: “Los primeros ecologistas somos nosotros”. La verdad es que se han tergiversado tanto los términos “ecológico” y “ecologista” que la gente no sabe ya que significa realmente. Y otros no quieren saberlo o lo utilizan como reclamo publicitario; pronto leeremos “eco-caza”, “batida ecológica” o alguna burrada por el estilo. (Incluso parece que han exigido el control rigoroso no ya del lobo sino de especies como ¡la avutarda! ¡Por daños a la agricultura!). En fin, han llegado a decir esto quedándose tan frescos: “Además de mantener el medio ambiente, los ganaderos permiten que muchos urbanitas puedan ir a pasar el fin de semana o las vacaciones”. Creo que tienen que empezar a aprender conceptos de ecología y biodiversidad desde cero.
3. ¿Constituye el lobo el fin de la ganadería? ¿el fin de la vida rural? ¿acaso el fin del mundo?
Dice el representante de los ganaderos que “donde hay ganadería extensiva no puede haber lobos” y además, añade: “decida”. Podría entrarle al trapo y decirle lo contrario, pues mi punto de vista cuenta tanto como el suyo: oiga, donde hay lobos no puede haber ganadería extensiva. Pero sería un infundio puesto que siempre hubo lobos donde había ganadería extensiva. Lo que cambiaron fueron los métodos de trabajo. Hagan ustedes como hacían sus abuelos, que no es diferente a lo que hacen otros colectivos profesionales: proteger sus bienes de los peligros del ramo.
¿Se producen daños? Sí, pero el lobo no es el gran problema de la ganadería y se le usa como cabeza de turco. ¡El lobo afecta tan sólo a menos del 0,5% de la ganadería!. Se producen muchas más bajas por muerte natural y accidental del ganado en el campo por no hablar de las enfermedades.
¿La gestión de las indemnizaciones es mala y lenta? No lo dudo (como todo en este país). Pero los ganaderos no previenen los daños como debieran y reciben unas subvenciones para compaginar su actividad con la conservación. El problema mayor es el mercado. Cobran una miseria por su trabajo mientras otros les parasitan. De acuerdo. ¡Pero el lobo no es el culpable!. Y otros queremos que haya lobos. Las indemnizaciones de 2004, por ejemplo, supusieron el 0,2% de la renta agraria en Asturias. Y las subvenciones, casi el 22%. La relación entre lo que cobraron de subvención y lo que se les tuvo que dar por daños de lobo fue del 0,96%. Es decir, los daños de lobo costaron menos del 1% de lo que se llevaron en subvenciones. El ganado afectado por lobo fue el 0,74% del total. El porcentaje de cabezas afectadas no ha alcanzado nunca el 1% del censo ganadero extensivo (y al intensivo no afecta porque tiene otro manejo y se estabula por la noche para ordeñar, por ejemplo). En los años siguientes, se indemnizó al 4,13% de los ganaderos (y eso que a veces no lo son a título principal y se dedican a otros menesteres). En 2005-2006, el porcentaje de ganado afectado en Asturias fue el 0,55% del total de extensivo. ¿Es eso significativo para lo que es el sector?. Dicen los colectivos ganaderos: “si quieren que haya ganadería, que haya gente en el medio rural, que frenen la expansión del lobo”. Para los que dicen que el lobo es el causante de la despoblación, el dato real que demuestra lo insuperable de esa mentecatez es que en ese periodo que tomo como ejemplo, se vio afectado tan sólo el 0,28% de la población de esos concejos. El ganado menor se está reduciendo tanto en las zonas de lobos como en las que no tienen lobos. Moraleja: el problema no es el lobo. Es más, en las zonas de Asturias donde hay lobo y daños por lobo, se redujo (años 2000-2004) un 22% el ovino y un 18% el caprino, y en las zonas sin daños se redujo un 12% y 20% respectivamente. Lo que quiere decir que matar lobos no es la solución para la ganadería extensiva. Son otros factores (costos de producción y precios de mercado) los que se están cargando la ganadería. Una frase manida que vuelvo a escuchar estos días y que aprovecho para rebatir: “los lobos no son de los ganaderos”. Por supuesto que no, faltaría más, y ¡menos mal!. Ni son ustedes quienes les dan de comer, como dicen. Afortunadamente, los lobos no son de nadie, pero ustedes no tienen derecho a apropiarse de sus vidas. Si tienen conflictos con el lobo es porque viven en territorios de lobos (no me nieguen que no lo son porque España fue toda entera tierra de lobos) y han de proteger su ganado como lo hicieron sus abuelos o como el joyero protege su joyería.
4. Queremos lobos vegetarianos. Los hobbies lo primero.
Indignante es que el Ayuntamiento de Cangas de Narcea pidiera al Principado de Asturias que “reduzca la población de lobo en las zonas de caza”. ¿Es que estamos locos? ¿Es que hemos llegado a la más extrema mentecatez?. ¿Hasta cuándo vamos a seguir así en este país en el que los mandamases de un Ayuntamiento cualquiera son capaces de pretender exigir, por encima de
cualquier cosa, que se machaque un bien nacional, un bien mundial (una especie), un bien para las generaciones futuras, un bien ecológico, por el dichoso hobby que la inmensa mayoría del país no comparte?. Porque está claro que en ese Ayuntamiento hay cazadores entre los que deciden ¿o no?. Voy a dar algunos datos muy serios sobre ese hobby minoritario, el lobby de la caza. El número de accidentes de caza es desorbitado: una media anual de 2585 con 91 inválidos para siempre y más de 24 muertos por disparo de caza (y ahora hablamos de personas). En 2007 hubo 21 personas muertas por disparos de caza y 863 heridos (13 de ellos inválidos para siempre). En 2005 hubo casi 2000 heridos por accidentes de caza (29 inválidos para siempre). En 2002 murieron 23 personas y en 2004 fueron 18. Algunas de esas personas que han muerto eran pacíficos excursionistas y no participantes de batidas. Ése es el hobby que defienden por encima del derecho de los demás y de las generaciones futuras a disfrutar de una biodiversidad sana y por encima del derecho de los demás a disfrutar pacífica y tranquilamente de la naturaleza – puesto que ustedes se apoderan del monte los días de caza y también de la vida de nuestra fauna.
5. ¿Lobos hasta debajo de las piedras?
Los colectivos de cazadores de Cangas del Narcea aseguran que hay más lobos que otras especies, dando una patada a la definición y significado biológico de un predador, pero ya sabemos que ¿qué saben ellos, cuando a las especies las clasifican en “cinegéticas” y “no cinegéticas”?. Dicen que el lobo “está reduciendo drásticamente la densidad de caza”. Que “la convivencia con el lobo se está haciendo insostenible y la caza inexistente”. ¿Cómo pueden tener la desfachatez de autoproclamarse propietarios de la vida y encima decir que la convivencia con una especie de Interés Comunitario es insostenible porque ellos tienen como divertimento el ir a matar al monte? ¿Cómo pueden decir también que ellos son los propietarios y dioses de lo que sucede en el monte?. ¿Hacemos a los lobos vegetarianos? O mejor aún, ¿que vivan del aire?. Es más… visto lo visto… ¿No serán los lobos los causantes de la profunda crisis económica de España? En la Naturaleza hubo siempre herbívoros y lobos. Y antes de que las sociedades de cazadores humanos existieran, los fitófagos que ellos llaman simplemente “caza”, llenaban los montes y los lobos aullaban por todas partes. Nunca puede haber más lobos que presas porque es biológicamente imposible aunque los cazadores de Cangas no lo quieran creer.
6. ¿Está el lobo en expansión y crecimiento desorbitado?
Esto es lo que dicen los colectivos ganaderos afectados. Y, apoyados por periodistas hambrientos, sus voces han sido proclamadas a los cuatro vientos. A finales de febrero, el nuevo consejero de Medio Ambiente, cediendo a la presión del colectivo ganadero, les presentó el borrador del Plan de Gestión del Lobo. Dijo que “quiere atajar el problema de raíz”. Básicamente, que muerto el perro, se acabó la rabia. Matando lobos, vamos. En los medios de comunicación, tras escuchar a los ganaderos, dicen que “el lobo no es especie amenazada pues su población está en expansión”. ¿Quiénes son la gente de a pie, políticos, ganaderos, cazadores, para decidir esto? ¿Acaso han realizado algún estudio serio para poder hacer estas afirmaciones? Hablan de expansión cuando no tienen cifras pues hace más de una década que no se censan. Hablan de 2000-2500 lobos, cuando son cifras inventadas y hechas con la cuenta de la vieja.
Y ahora cosas de verdad y serias. Según los estudios genéticos llevados a cabo por C.Vilá, la población efectiva de lobos ibéricos se estima en sólo 50 ejemplares, aunque haya más en número. Pero no se trata sólo de números. Población efectiva es un concepto que se refiere a la variabilidad genética. ¿Por qué sólo 50? Porque los demás son jóvenes, no reproductores o emparentados genéticamente, endogámicos, viejos, enfermos, e incluso hibridados. Es decir, la población de lobo no está sana, como dijo C.Vilá. Se pierde variabilidad genética con la misma velocidad que la población real. Cada lobo es VITAL para la especie en este momento. Cada lobo abatido es una pérdida irreparable y fatal. Digamos que, genéticamente hablando, es como si sólo hubiera 50 ejemplares biológicamente efectivos. La Junta de Castilla y León quiere ahora conseguir de alguna forma que se maten todos los lobos permitidos en el año pues los años anteriores no se llegó al cupo. Para este otoño/invierno han sido nada menos que 140 lobos los que se podían matar al norte del Duero y el año pasado fueron 130 (van subiendo el cupo de matanza año a año). Pero ¿por qué no se llegó al cupo? ¡Porque no hay tantos lobos, señores! Se ponen a buscar lobos y no aparecen ¡porque no están por todas partes como creen!. Para más INRI, ha aumentado la mortalidad ilegal por venenos y furtivos. La Junta pide ahora a la UE que se permita que el lobo, protegido al sur del Duero, sea especie cinegética ahí también, como al norte del Duero. Ni impulsar el estudio y seguimiento de la población de lobos, ni mejorar en condiciones la prevención, ni apoyar a la ganadería extensiva. A cañonazos y ya está. Como hace medio siglo. Ataques hay también al norte del Duero, allí donde el lobo es especie cinegética, por lo que no es la solución. El control de la población de lobos a base de muerte lo que hace es trastocar en múltiples formas la organización de los grupos y promover el que los lobos acaben realmente atacando al ganado, algo que llevo diciendo mucho tiempo.
David Nieto Macein.