lunes, 4 de abril de 2016

EL LOBO EN EL CONGRESO. OTRO DÍA HISTÓRICO.


Esta mañana Juantxo López Uralde, de EQUO-Podemos (partido que se ha propuesto escuchar a la ciudadanía y presentar la iniciativa), Luis Miguel Domínguez, de LOBO MARLEY, Theo Obenhubert, de Ecologistas en Acción y Juan Carlos del Olmo, de ADENA/WWF, presentaban por primera vez en el Congreso de España una Proposición No de Ley para la protección del lobo en España. Ahora pasará a la Comisión de M.Ambiente, en cuyo pleno se decidirá. Os la dejo aquí y debajo os resumo lo ocurrido. 



López Uralde habla de que representan el deseo de miles de las miles de personas que nos manifestamos el día 13/marzo en Madrid. Recordaba que ayer mismo la Ministra de M.Ambiente, I.Tejerina, hablaba de la intención de pedir la eliminación de la protección del lobo en contra de lo que la mayoría de la ciudadanía quiere. 
El lobo debe ser un símbolo de la protección de la naturaleza, la coexistencia con la ganadería es perfectamente posible con medidas preventivas que se aplican en muchísimos lugares. 
Luis Miguel Domínguez recuerda que el lobo está en un limbo legislativo, con menos protección que una salamanquesa o una lagartija, siendo especie cinegética en unas regiones y un despojo en otras, soportando una apología a su extinción por parte de determinados sectores en redes sociales. 
Recuerda Luis Miguel Domínguez que no se pretende estar contra nadie y sí a favor de todos, especialmente con el mundo rural y la ganadería sostenible, coherente y bien realizada. Se pide al Gobierno que se tome en serio la protección del patrimonio natural de todos los españoles, que es lo acuciante, lo más importante. El debate permitirá que los diferentes partidos se retraten al respecto. 
Theo Obenhubert dice que no hay ninguna razón para esta persecución sistemática y sí muchas, científicas y técnicas, para su protección.
Juan Carlos del Olmo apunta que cada lobo matado es un fracaso de la política de conservación y para toda la sociedad, y que hay que aprender a convivir y aceptar las dificultades de ello como muchos otros aspectos de nuestra vida. Dice que esta Proposición tiene 4 ejes: 
       - Exigir la protección legal, no sólo al sur del Duero donde está estrictamente protegido sino también al norte, en toda España. 
      - Exigir que la gestión de una especie tan importante se base en rigor científico y no en negociaciones políticas a puerta cerrada con determinados sectores ganaderos, que haya un censo científico y no lo que se acaba de terminar ahora, que es sólo la suma de diferentes conteos en diferentes lugares y con diferente y dudosa metodología. 
          -Exigir transparencia, queremos saber cuántos lobos son matados. Las cifras que se manejan están entre 500 lobos ilegalmente y otros 200 legalmente o más. Sólo Castilla y León tiene un cupo de matanza de 145 lobos para esta temporada. Un total de 700-800 lobos matados legal o ilegalmente, lo que es una barbaridad y no hay transparencia ni información sobre lo que está ocurriendo. 
            - Y es una propuesta por la coexistencia que no está contra nadie. Un país con más kilómetros de autovía de toda la UE y más puertos y aeropuertos que ningún otro país, tiene que poder poner medidas para la coexistencia en algo como esto. 


Tras las preguntas, las respuestas han apuntado lo siguiente: 
Theo ha explicado que la Junta de Castilla y León realizó un lobby político para conseguir que el Ministerio permitiese la caza del lobo también al sur del Duero. El ministro Cañete fue a Bruselas a pedir el cambio de Ley para permitir la caza del lobo al sur del Duero y allí le dijeron que carecía de justificación científica y técnica para ello, por lo que se le denegó la petición. Ahora la Junta realiza una estimación de la población de lobos basada en motivaciones políticas. Tejerina, la nueva ministra, buscó apoyo en Francia para intentar de nuevo modificar la Directiva de Hábitats europea contra el lobo. 
JC del Olmo explica que el lobo está incluido en el Anexo II de la Directiva, como especie estrictamente protegida en toda Europa excepto al norte del río Duero en España, y en Grecia. El gobierno ha intentado que saliera de ese Anexo II al sur del Duero y que pasara a ser cinegético por presiones exclusivamente de determinados sectores ganaderos de Ávila y Salamanca. Pero al sur del Duero también está Extremadura y Andalucía, media España donde la especie está extinguida, y Madrid, donde está recolonizando recientemente con dos grupos escasos. Es una auténtica temeridad pretender esto para intentar salvarse políticamente en Salamanca y Ávila. Lo que hay que exigir son planes de recuperación del lobo para las Comunidades Autónomas. 
Dice que el último censo de 2005 hablaba de 250 grupos de lobos y los resultados recientes de marzo apuntaban a 270 y algo, pero que esa estimación es inaceptable porque se ha realizado con metodología muy variada, cada Comunidad Autónoma ha aportado lo que ha considerado sin más verificación, y se habla de grupos pero desconocemos la salud de los grupos. Es decir, no hay información científica fidedigna.
Luis Miguel Domínguez apunta tres anécdotas. La primera, que el lobo afecta al 0,7% de la cabaña ganadera en zona lobera y que cualquier cosa que no llegue al 1% que se debata en el Congreso no es nada sino una simple anécdota, y que no puede comprometerse un derecho ciudadano, la protección de una especie que es una joya en peligro de extinción, por una simple anécdota.
Otra es que el primer viaje internacional de Cañete como Ministro fue para pedir en Bruselas matar lobos al sur del Duero, y que el primer viaje de Tejerina fue para lo mismo, por lo que el lobo está ubicado en territorios que no tienen nada que ver con el rigor científico. 
Si afecta al 0,7% de la cabaña ganadera de las zonas de lobo, será que ha dejado de ser protagonista de este cuento un sector que lo fue siglos atrás. Por tanto, lo lógico que es se proteja al lobo por ley y se atienda adecuadamente, sin mimar pero con cariño y sobre todo perspectiva de futuro a ese sector que lo está necesitando y que se verá beneficiado por la protección del lobo. 
J.López Uralde dice que el objetivo de la Proposición es impulsar un cambio conceptual, el lobo como recurso a poner en valor. Para ello, se pide una estrategia nacional de conservación, impulsar una mesa sectorial para establecer la eficacia de las medidas compensatorias por daños pero sobre todo ayudas permanentes a las explotaciones que apuestan adecuadamente por la coexistencia con el lobo mediante medidas preventivas. Es decir, beneficios directos por la coexistencia y un sello "marca lobo" que aporte un valor añadido en base a criterios de respeto y tolerancia. 
Habla de que el cambio ya se ha producido en la mayoría de la sociedad. Con el aluvión de problemas que tenemos, que tanta gente se movilice por el lobo es muy significativo y espera que el resto de partidos políticos se sume a ese cambio que se ha producido ya en la ciudadanía. 
Al respecto, Theo Obenhubert cuenta que la coexistencia existe, que hay muchos ganaderos que usan mastines como método de prevención eficaz y que la idea de que todos los ganaderos en zonas de lobo tienen daños es, por tanto, falsa. Nos enfocamos en el lobo porque es una especie olvidada por las administraciones y normativas ambientales y las administraciones usan argumentos falsos dejando a la especie a manos de ciertas entidades y OPAs del sector agrario. Es decir, no hay un problema de coexistencia con el lobo sino de falta de gestión de las administraciones.  
Concluye Luis Miguel Domínguez hablando sobre la noticia de 963 ataques anuales en Galicia o Asturias, lo que significa tres ataques diarios, lo que es totalmente imposible. "El lobo no es omnipresente ni omnipotente. Lo importante no es el censo sino para qué. ¿Para hacer control poblacional excusándose con los datos?. No es un asunto numérico sino de calidad. La variabilidad y viabilidad genética del lobo hace que el número de lobos que pueden salvar la especie quepa en esta sala. Es como lo del necio: confundir valor y precio. Estamos hablando de la calidad de una especie y esos censos han de estar consensuados, ser independientes y cuyo origen no sea ver si vamos a hacer control poblacional. Demandamos protección de una especie en peligro de extinción".