sábado, 22 de agosto de 2015

EL LOBO EN SUIZA

CRÓNICA DEL EXTERMINIO DEL LOBO EN SUIZA HASTA FINES DEL S.XIX

La desforestación de Suiza para la ganadería alcanzó un punto máximo en el s.XVI. En aquella época, la destrucción de los hábitats salvajes, la invasión del ganado y la desaparición de los ungulados salvajes llevó al aumento del conflicto de los humanos con los lobos. La persecución a la que se sometió a la especie llevó a su desaparición en Zürich en 1684, en Appenzell Ausserrhoden en 1695, en Schaffhausen en 1712… Los últimos indicios de la existencia del lobo en el centro de Suiza datan de 1707 en Zug, 1753 en Uri y 1793 en Glarus. Se extinguieron en Engadin en 1821. Entre 1762 y 1842, se recompensó la muerte de al menos 80 lobos en Vaud. En Valais desaparecieron finalmente en 1870, en Ticino en 1872 y en Solothurn en 1874. No obstante, algún dispersante que otro llegó de vez en cuando puesto que en 1908 fue matado un lobo en Ticino y dos lobos en Lignerolle en 1914. Pero ninguna noticia se tuvo más de ellos.  El ganado empezó a pastar libremente y sin protección en las montañas de los Alpes suizos ya a fines del s.XIX. La persecución implacable de los ganaderos había llevado al lobo a su exterminio total y se hicieron los dueños de las montañas.  Las montañas habían sido transformadas a su antojo con muchos pastos y había sido eliminada gran parte de la fauna salvaje que constituía el alimento presa de los lobos.

EL REGRESO DEL LOBO A SUIZA. AÑOS 90 DEL S.XX

Un siglo y medio después, en 1987, el lobo comienza a hacer su aparición nuevamente en Suiza provenientes de los Alpes italianos. Los primeros indicios se encontraron en la región de Valais. Llegaban jóvenes dispersantes que poco a poco iban ocupando antiguos territorios perdidos para la especie, afortunadamente para los ecosistemas de montaña y su biodiversidad, afortunadamente para los conservacionistas y los amantes de la vida y la fauna, y desafortunadamente para los ganaderos acomodados, esos que dejan abandonado su ganado en los pastos de altura durante el verano.

Fue a partir de 1995 cuando se empezó realmente a hacer notar la presencia del lobo en Suiza nuevamente. Aquél verano hubo muertes de ovejas en la región del Gran San Bernardo. Los ganaderos ya no conocían la convivencia con predadores en el medio y se habían acomodado en gran extremo, dejando pastar grandes rebaños de ovejas sin vigilancia alguna en la montaña. Los estudios genéticos de excrementos y otros restos confirmaban que todos los lobos que llegaban a Suiza provenían de Alpes italianos. En aquél año se detectaron dos jóvenes machos dispersantes y durante el invierno se llegó a fotografiar uno mediante fototrampeo. Un guarda vio un lobo herido y nada más se supo de los lobos durante dos años. Entonces había sido una aparición misteriosa que alimentó la leyenda mágica del lobo. Pero en otoño de 1998 se produce una lobada repentina. Posteriormente, aparece un lobo matado ilegalmente de un disparo. Un joven macho dispersante de Italia. Se avista otro lobo, se detectan rastros, aparecen más daños… En enero de 1999 se encuentra un lobo fatalmente herido, creo que atropellado, otro macho joven que resultó ser hermano del anterior como confirmaron los estudios genéticos. En primavera detectan más indicios de lobos y se producen más bajas en rebaños sin protección. Se observa un lobo y se analizan excrementos. Hay otro macho dispersante italiano y es detectado prácticamente durante todo un año. Ya no dejaron de aparecer indicios regularmente y daños en ovejas.


EL LOBO EN SUIZA. SIGLO XXI. 

En el año 2000 hay una lobada en la que mueren sólo 9 ovejas (un número ridículo), lo que hace que se autorice la muerte de un lobo en Evolène. Ese verano cae un lobo en el valle de Hérens. Era un macho adulto italiano pero no coincidía con los lobos que habían producido los ataques al ganado. Ese mismo día, un guarda de caza, ni corto ni perezoso, dispara y hiere fatalmente a un lobo en Ginals, del que nunca más se supo.
El joven macho M06 fue matado en el 2000 bajo un permiso después de haber protagonizado numerosas lobadas durante año y medio. 

En 2001 se producen algunos daños y se detecta un lobo. Ese otoño un cazador mata un lobo macho adulto italiano de 42 kgs en Margna. Aquél año se apostó por crear el Proyecto Lobo con el que se marcaron las reglas que hacían posible la ejecución de un lobo concreto. Si un lobo determinado hubiera matado más de 35 ovejas en 4 meses o 25 ovejas en un mes, podría ser ejecutado. Era la forma en la que creyeron que podrían terminar con individuos especialmente conflictivos y no atentar de forma muy directa contra la especie sin excusa. Matar un lobo de forma ilegal puede costar muy caro y hasta un año de prisión. En diferentes regiones se tomaron diferentes medidas. En Vaud, por ejemplo, se financiaron perros protectores, lo que hizo que los daños al ganado desaparecieran.

En el siguiente verano, 2002, volvió a haber ataques en las noches de los Alpes suizos. Los excrementos mostraron que se trataba de una loba italiana. Se tomó la medida de proteger los rebaños con mastines y así desaparecieron los daños.
En 2003 al menos un lobo italiano se quedó a vivir y se produjeron daños en ovejas sin vigilancia en el cantón de Valais y en algún lugar de la frontera con Italia.
En 2004 se produjo un ataque mínimo (¡a una cabra!) por un macho italiano. Ese año una cámara de fototrampeo capturó la imagen de ese lobo, que parecía ser que llevaba un par de años residiendo en la zona. Al año siguiente otra cámara trampa fotografía un lobo. Y en Valendas/Durschin se detecta otro lobo macho diferente.
En 2006 un furtivo dispara a un lobo que por lo visto huye herido y termina sobreviviendo. Ese año aparece otro lobo atropellado por un tren, supuestamente. Un macho italiano también, que tenía sarna. Se vio otro lobo durante el verano y hubo daños al ganado. Se dio licencia para matar un ejemplar en Valais. Se vieron tres ciervos matados por lobo en Klosters. Hubo una lobada con 8 ovejas muertas y 11 heridas, y algunas desaparecidas. El permiso de matar lobo en Valais despertó quejas conservacionistas. En otoño se detectó una loba en Valais y una loba fue matada por un guarda de caza. Un mes después otro guarda de caza mató otro lobo en Valais. En la necropsia se detectó que ya había sufrido algún disparo anterior al que había sobrevivido. Siguió habiendo rebaños sin vigilancia y daños por lobos.  

Lobo fotografiado en las montañas suizas. 

En 2006 en Chablais, tras una lobada, un político suizo del partido PDC (demócrata-cristiano), Jean René Forunier, autorizó una batida sin querer tener en cuenta la prohibición de caza. Fue denunciado por WWF, y se le consideró culpable. Pero unos meses después el cuerpo disecado del lobo estaba en su oficina. Mofándose de todos, alegó que quería “disfrutar de este bello animal” mientras llegaba la aprobación de los recursos que había presentado contra la denuncia. 

Como era diputado, movió todo para que el Parlamento suizo modificara el Convenio de Berna a su antojo tras el delito. Estaba seguro de que sería modificado a su medida y que se permitiría la caza del lobo. Pero las organizaciones chwolf y wolfbaerluchs no permitieron tan barbaridad. Los tribunales le consideraron culpable aunque realmente sólo fue castigado a 60 horas de trabajo social durante dos años, lo que es una vergüenza para un delito medioambiental tan grave. Al menos se reconoció que el lobo había sido matado ilegalmente, furtivamente, por un diputado y con apoyo de su gobierno.
Lobo en Surselva, Suiza, 2006

En 2007 se vio un lobo en diferentes sitios y se produjeron daños a ovejas. Un lobo atacó repetidas veces a ovejas durante el verano y durante 4 meses incluso mató algunos terneros. Apareció el lobo en el cantón de Vaud por vez primera en más de 150 años. En otoño se detectó otro lobo en donde había un lobo residente desde 2002. Pero este era diferente.

El primer lobo de las zonas altas del cantón de Berna fue sorprendido por cámaras instaladas para el estudio de linces boreales en enero 2008. Se supuso que era el mismo que se había detectado desde 2006 en otros lugares y después en Friburgo. 

En 2008 se detectó al lobo que se vio en otros lugares desde 2006 y fue fotografiado, incluso. Se vieron más lobos y se fotografió otro. Entró en vigor un plan del lobo pero los conservacionistas lo consideraron una farsa porque no quedaba protegido. Daños en un rebaño de cabras provocaron la ira ganadera. En el verano aumentaron los daños. Ese otoño se detectó el lobo en Obwalden por primera vez en 164 años y una cámara de fototrampeo capturó la imagen de un lobo en Melchtal. Se detectó un lobo en Val Müstair en Engadina. En el Valais se denegó la autorización para matar lobos porque las ovejas no estaban suficientemente protegidas cuando se produjeron los daños. Se avanzó ligeramente en métodos preventivos, con la entrega de 150 perros protectores. Se hizo una encuesta para conocer la opinión del público general y el 80% de la población de Suiza defendía el retorno natural del lobo a sus montañas.

En 2009 nuevos ataques a ovejas complicaron la situación. En Valais y Lucerna se quería matar a 3 lobos causantes de daños. En una de las ocasiones parece ser que el rebaño estaba vigilado por dos perros de montaña y también un burro y aún así murieron 15 ovejas. Quiero señalar que esto ocurre porque la vigilancia, esto es, los perros, no es la adecuada. No todos los perros sirven. Ya que los ganaderos actuales han perdido el conocimiento del manejo y selección de los perros, deberían recibir orientación técnica.
Se hablaba de unos 200 lobos en los Alpes, de los cuales 150 vivirían en Francia y 40 en Italia. En Suiza se habían identificado 7 individuos diferentes y podría haber hasta 20 con tendencia al aumento.
Los ganaderos, como siempre, y como en todas partes, se quejan… dicen que tienen que tener el ganado arriba, en los pastos. Que no hay espacio para el lobo. Pero está demostrado que usando perros, pastores y cercas nocturnas, los daños se reducen hasta desaparecer.
Se detectó el lobo por vez primera en dos siglos en el cantón de Lucerna. Se siguen detectando lobos y sacando imágenes de fototrampeo en diferentes lugares del país. En mayo se mata al lobo alpha de una manada del norte de los Alpes franceses, en Glières en Haute-Savoie, cerca de la frontera con Suiza. La loba estaba preñada así que un tiro había destruido a todo un grupo. En 2008 había muerto atropellada en mayo una loba preñada en la zona, así que el daño era muy grande. En el cantón de Schwyz se detecta el primer lobo.

De 2000 a 2013 se habían concedido en Suiza 8 permisos de matar lobos. Esto ha sido muy discutido pues el Convenio de Berna protege al lobo de forma estricta en Suiza. Una de las medidas para proteger los rebaños fue crear un grupo de perros protectores móvil, dirigido por una agencia de desarrollo rural financiada por el Estado y que comenzó a usarse en 2012. Es un pastor con perros de raza Maremmano-Abruzzese. 

                               

El Maremmano Abruzzese “Terremoto”, con 9 años en 2012, con su dueño, Walter.



La tradición del uso de mastines para proteger rebaños había desaparecido en Centroeuropa. Los ganaderos que sufren daños en una zona nueva no están preparados, por lo que va el grupo móvil durante el primer año de mayo a septiembre, durante la época de pastos. La otra medida implementada son cercas eléctricas pero no son tan prácticas en todos los casos y son muy caras. Los perros son más adaptables y muchísimo más eficaces en todos los casos.

Lobo fototrampeado en Suiza 2011

A finales de agosto de 2012 una cámara de fototrampeo fotografía un cachorro, primera evidencia de reproducción. En 2013 las cámaras detectaron 5 cachorros. Una manada se había asentado en la Calanda, en los Alpes Glaroneses. 
Imagen de fototrampeo 2012 (Kora)


En enero de 2014, un joven de ese grupo fue matado ilegalmente en la Calanda. Su cuerpo fue encontrado y se determinó que había muerto tras una larga agonía por un disparo. Los conservacionistas pagaban 11.000 euros por pistas para encontrar al culpable y condenarlo judicialmente. La lucha es encarnizada, y es lo que mantiene vivo al lobo. Este grupo ha tenido este año su 4ª camada, con al menos tres cachorros. 
Un lobo sorprendido con fototrampeo en marzo 2014 cerca Pfäfers.

En el cantón de Valais, en la región de Augstbord, un macho cuya saliva se identificó en heridas de ganado recién matado en Friburgo en 2014 y que se bautizó como M46, parece que se ha unido a la loba F14, y esperamos que hayan tenido camada. Sería el segundo grupo familiar de Suiza. 
Imagen de fototrampeo 2014 (Kora)

En 2015 se cuentan unos 25 lobos en toda Suiza, la inmensa mayoría machos y repartidos por la mayoría de los cantones. Desde 1995, los científicos han identificado 57 machos diferentes y 15 hembras, todos italianos. 15 lobos murieron o fueron matados, otros han muerto o han sido matados silenciosamente y otros quizás hayan abandonado el territorio suizo.

Hace unos días, este mes de agosto de 2015, se dio permiso para matar un lobo que había superado la cifra requerida de muertes: había matado 38 ovejas desde junio. La decisión ha sido rápidamente condenada por los conservacionistas, que dicen que es LAMENTABLE QUE 20 AÑOS DESPUÉS DEL REGRESO NATURAL DEL LOBO A SUIZA, TODAVÍA HAYA MUCHOS REBAÑOS SIN PROTECCIÓN. Por ello, WWF va a recurrir la decisión. 
Se ha aprobado una nueva ley bajo la cual la mitad de los cachorros nacidos en una manada podrían ser aniquilados si hay permiso de la administración. A partir de ahora, los cantones también podrán decidir, de forma independiente aunque con ciertas condiciones, sobre cómo actuar con los lobos solitarios que causan daños. Se les deja demasiado margen para interpretar. Aunque la ley dice que los padres de un supuesto grupo tienen que ser respetados, es muy difícil en la naturaleza diferenciarlos. La desestructuración de un grupo, sobre todo la eliminación de los padres, provoca efecto contrario al deseado: el aumento de los daños al ganado, que resulta presa mucho más fácil sobre todo sin vigilancia. En caso de duda, según la ley, los guardas no tienen derecho a disparar. 


PIDEN EL USO DE PERROS PROTECTORES



Este perro forma parte del programa de protección de rebaños que está siendo seguido desde Austria y Suiza. En Suiza hay unos 160 perros protectores en activo, el triple que en 2003. Los perros pueden demostrar que es posible la convivencia del lobo con la ganadería. Una media de 130 ovejas mueren cada año en Suiza por los lobos (dato de 2012). En realidad es una cifra ridícula aunque había bajado en comparación al año anterior, 2011 (274 bajas). Viéndolo con perspectiva, hay 300.000 ovejas en Suiza. Sólo 1 de cada 1000 es susceptible de ser matada por lobo, mientras que cada año son afectadas de 5.000 a 6.000 por ataques de perros y 4.000 mueren por enfermedades y caídas. La presencia de los mastines protectores evita el ataque del lobo. El rebaño doméstico deja de ser presa fácil y se convierte en una acción de alto riesgo.
En los alrededores de Friburgo, en 2011, 81 ovejas sin protección murieron, pero donde los perros guardaban los rebaños, sólo murió 1 oveja. 
Curiosamente, en el cantón de Graubünden, donde vive el único grupo familiar de lobos, los ganaderos están usando perros protectores y el clima social con el lobo es relajado. Muy diferente es en Valais, donde no usan perros y tienen rebaños pequeños; allí se pasan el día pidiendo controles de lobo. 

Un problema para el mantenimiento de estos perros son los turistas. Muchos excursionistas se quejan de que son acosados por los perros de ganado. Para eso se creó en Suiza un programa informativo con el que se trataba de aleccionar a los excursionistas sobre cómo proceder ante el encuentro con perros protectores del ganado. 

El regreso del lobo es indicatorio de que el ecosistema, antaño muy dañado por la ganadería (destrucción del hábitat), se ha recuperado bastante. Hoy la población de ungulados salvajes es más numerosa (ciervos, corzos, rebecos), y los bosques suizos tienen unos 100.000 ciervos, lo que ya constituye una amenaza para la salud del ecosistema, algo que sólo puede subsanar la presencia de lobos y nunca la gestión cinegética humana (Referencia: “Lo que el lobo sabe. Ecoetología y conservación del lobo. David Nieto Maceín. Tundra Ediciones, 2014).