En estos días me llegó una foto de un sabueso que, en ejercicio venatorio, había sido presuntamente abatido por lobos en España. Es una imagen muy dura la del cuerpo destrozado de un perro por la causa que sea... aunque lo que me resulta penoso es que se siga haciendo uso del oportunismo periodístico para utilizar al lobo como herramienta morbosa a la hora de vender noticias. Hace años vi cómo, delante de mis narices, un camión convirtió en trozos de carne y pelo a un pobre perro que se disponía a cruzar la carretera. Fue en la entrada de una ciudad... el perro estaba vivo y al segundo siguiente estaba prácticamente desintegrado; y nadie reaccionó ante tan dantesca imagen. Ni el del camión, ni ningún conductor. Ni nadie. ¿Vino algún periodista a hacer fotos al cuerpo destrozado del pobre perro? No, no hubiera trascendido y, por tanto, la noticia no hubiera vendido. Y ¿si hubiera sido ese mismo perro, a tan sólo unas decenas de kilómetros de allí, devorado por lobos?. Se hubiera armado un gran revuelo, como esta vez con el pobre sabueso, del que el único culpable, al igual que del atropellado por el camión, ha sido su propietario, dueño o como se le quiera llamar.
Como no quiero ser desagradable ni tampoco vender noticias, entradas de blogs o artículos, no voy a publicar ni la foto del sabueso, ni la de un perro destrozado por un coche en la carretera, algo que me parece más dantesco y terrible. Pero podéis imaginar las imágenes en un ejercicio de realismo.
La foto del sabueso devorado por los lobos se ha difundido por las redes y hay comentarios de todo tipo. Los de los cazadores pidiendo venganza y los de los amantes de los animales (perros y fauna salvaje) llorando la dramática muerte del perrín y culpando al propietario cazador por haberlo soltado en territorio de lobos. Pero, al fin y al cabo, el lobo parece que sigue siendo culpable más o menos directo.
Independientemente de mi opinión, ya expuesta, de que el único responsable de lo que a su perro le suceda por un accidente como este es el propietario y de que el cazador debiera ya saber que en el ejercicio de la venatoria se las ha de ver con la vida salvaje y no pensar que todo el monte es orégano y está hecho a su antojo, voy a dar una serie de datos que he recogido en mi país de adopción, Suecia, donde estos accidentes de caza (lobo & perro) suceden más comúnmente que en España por el método de caza que se practica tradicionalmente en Suecia consistente en dejar que uno o dos perros rastreen al alce en vastas extensiones salvajes y donde estas muertes de perros son una de las excusas más importantes a la hora de poner en marcha el exterminio del Canis lupus en el país. Por eso precisamente es por lo que creo que es la mejor comparación que puedo hacer.
En 2009 murieron en Suecia 23 perros matados por lobos durante la caza y en 2010 fueron 11 los perros muertos por la misma causa. El descenso de accidentes no se sabe si es debido a que los inviernos más duros han hecho disminuir el número de cazadores o que los cazadores están intentando evitar los territorios de los lobos, algo que parece que vienen haciendo. Los datos son de la SR Ekot, la compañía aseguradora más importante para perros en Suecia, que también recoge los de los perros muertos por atropello, que fueron 713 en un solo año, un número que no ha variado prácticamente de año a año. Pero no sólo eso; durante el ejercicio de la caza, 93 perros fueron matados por jabalíes y 12 murieron baleados accidentalmente por los propios cazadores. Es decir, teniendo en cuenta solamente las bajas por atropello, jabalíes, disparos accidentales y lobos, el gráfico de resultados de esta compañía queda así, causando los disparos ligeramente más bajas que los lobos:
La compañía aseguradora Agria, que es otra importante aseguradora de perros de Suecia (en este país todos los perros están asegurados) y que asegura aproximadamente al 40% de los perros, muestra que 2/3 de los atropellados son perros de caza, y esto supone 2.400 perros
de caza al año muertos o heridos en accidentes de tráfico.
Los datos de 6 años sobre sus asegurados muestran esto:
Los datos de 6 años sobre sus asegurados muestran esto:
-perros muertos en accidentes de tráfico: 7.238.
-Muertos por disparos accidentales de caza: 135.
-Muertos por lobos: 84.
-Muertos por jabalíes y alces: 51.
Conclusión: mueren 86 veces más perros en la carretera que los que son matados por lobos.
Otra estadística realizada por Agria sobre 10.000 perros accidentados
muestra que los accidentes de tráfico causan 6 veces más bajas que los
lobos en los perros que viven en territorios de lobos.
Más datos: de 614 perros de caza viviendo en territorios de lobos, el 8% murió durante la caza y de ellos sólo 1 de cada 5 murió por los lobos.
Más datos: de 614 perros de caza viviendo en territorios de lobos, el 8% murió durante la caza y de ellos sólo 1 de cada 5 murió por los lobos.
Por tanto, es absoluta y enfermizamente demagógico el alarmismo de la Federación Sueca de Caza, que es la que más protesta por los accidentes de los perros con lobos. Los cazadores españoles han llegado incluso a usar ese alarmismo de los cazadores suecos en este sentido tras el suceso del perro español con el que abrí esta entrada.
La Compañía
Agria también realizó en 2012 una
estadística centrada exclusivamente en los perros dedicados a la caza.
Los resultados en cuanto a perros víctimas de disparos accidentales,
ahogamiento o ataques de lobos no varía mucho con respecto a la estadística general hecha con todas las razas caninas, pero sí los datos de los perros
que son víctimas de accidentes de tráfico, que en los perros de caza se duplican. Es decir, los
perros de caza son mayormente víctimas de atropellos en carretera (además de un
peligro para el tráfico y las personas) y comparativamente con respecto a los perros
de familia también sufren un mucho mayor riesgo de atropello. En cuanto a
los accidentes por jabalí, se multiplican por cuatro e incluso por seis
en las dos últimas estadísticas puesto que los perros de caza son los
únicos que son heridos por jabalíes, lógicamente durante el ejercicio de
la actividad cinegética. Fijáos en esta gráfica que os he preparado sobre una estadística realizada en toda Suecia de los perros accidentados o muertos por diferentes causas... La inmensa mayoría de los perros accidentados han sido víctimas de atropello en carretera.
¿Cuánta demagogia hay que soportar?. Esto está sacado de Suecia, pero se puede aplicar y tener en cuenta para comprender las opiniones de los accidentes ocurridos en España. Los cazadores reconocen y asumen que cualquier perro de caza está expuesto a sufrir un disparo por lo que deben asumir sin más cualquier accidente acontecido por circunstancias ambientales o naturales. Los no cazadores, en cambio, no tendríamos por qué soportar que los que están disfrutando de un hobby que consideramos absurdo y dañino, se apoderen del monte poniéndonos en riesgo de muerte a todos para eliminar indiscriminadamente nuestra fauna destruyendo nuestra biodiversidad (que, dicho sea de paso, no cuidan y mantienen ellos, como quieren absurdamente hacernos creer a los demás, y si lo hicieran muy mal hecho porque la fauna ha de cuidarse sola pero sin sufrir daños ni perjuicios). En fin, que resumiendo, los datos están ahí: los perros de caza mueren a chorro por atropello, por disparos de sus propios dueños... ¿cómo pueden venirnos a contar ahora que un perro muerto por lobos por su negligencia como propietarios es algo inaceptable? ¡Inaceptables son ellos, su inadmisible actividad, su falta de respeto a los demás, su absoluta desidia con sus perros, su insolencia general...!