miércoles, 21 de noviembre de 2018

LA CIENCIA HABLA. RAZONES POR LAS QUE MATAR LOBOS ES CONTRAPRODUCENTE


EL EXTERMINIO DE PREDADORES. EL EJEMPLO DE USA. 

En USA son asesinados "legalmente" 2.5 millones de carnívoros autóctonos al año. Sólo en un año (2013), la Administración asesinó más de 75.000 coyotes (además de 366 camadas), 320 lobos, 345 pumas, 3.546 zorros y 372 tejones. El número anual de muertes de coyotes por controles ha sido constante desde 1939 (entre 50.000 y 110.000, superando los 70.000 al año desde 1985). También ha matado casi 400 nutrias así como zorros kit y zorros velox. En 1994/95 llegaron a eliminar más del 23% de la población de coyotes de Wyoming. A esto hay que añadir la caza furtiva y los atropellos, con mortalidades que superan todo lo previsible. Se sabe que los atropellos matan al año el 13% de la población de lobos de Wisconsin. 

MATAR LOBOS AUMENTA LOS DAÑOS AL GANADO

Los controles letales de la Administración se hacen para beneficiar a los ganaderos, y a menudo se hacen intensamente y con saña, llegando a la eliminación total a nivel local de una o dos especies por parte del Gobierno. Esto tiene consecuencias negativas en los ecosistemas y la biodiversidad, pudiendo ser también contraproducente para los objetivos que se pretenden. 
El control de lobos en el norte de las Rocosas mató hasta el 25% de su población, lo que provocó el aumento de daños sobre el ganado, según Wielgus y Peebles (2014). Las razones de esto son las siguientes: 
1.- Los territorios vaciados se recolonizan rápidamente por lobos dispersantes. 
2.- La tasa de inmigración de parejas reproductoras en la zona aumenta
3.- Es más probable que los inmigrantes sean dispersantes subadultos, más propensos a depredar sobre ganado. 

Stone documenta, en un proyecto piloto de siete años en Idaho, que el uso de sistemas no letales de prevención como los perros de protección del ganado, redujo la predación de ovejas en más de tres veces en comparación con las zonas donde se usaron controles letales en ese mismo periodo. En las zonas donde implementar prevención plena tiene un costo prohibitivo, se dieron cuenta de que al poner fin a los controles, se redujeron los daños por sí solos porque la estructura social de los lobos se estabilizó. Los estudios sugieren que las poblaciones estables y reguladas de forma natural (autorreguladas) de lobos son lo mejor para reducir la depredación sobre el ganado y a la vez restaurar el papel que cumple el lobo en el ecosistema. 


MATAR LOBOS DESESTABILIZA EL ECOSISTEMA 

Se invitó a científicos de la Administración de los EEUU para estudiar las consecuencias de los controles letales pero rechazaron la oferta. 

Hay 5 razones por las cuales los controles deberían ser sustituidos por medios no letales para resolver el conflicto de la ganadería con la fauna salvaje: 

-Se trastorna la cadena trófica con la consiguiente pérdida de resiliencia de los ecosistemas y biodiversidad. 
-La captura incidental de otras especies que no son objetivo (como nutrias) al usar métodos no selectivos. 
-La reducción de la población de especies valoradas por la sociedad en beneficio de unos pocos interesados. 
-La ineficacia de los controles letales para los objetivos que supuestamente buscan (reducir daños al ganado y mejorar las poblaciones cinegéticas)
-Consideraciones éticas. 

La pérdida de predadores apicales impulsa la desestabilización y el colapso de ecosistemas. El biólogo Aldo Leopold fue de los primeros que dijo, en los años 40 del s.XX, que los predadores tienen un papel fundamental para controlar las especies presa, evitando así que estas agotaran sus propios recursos. Cita la irrupción de ciervo Kaibab (Odocoileus hemionus) de principios del s.XX tras ser esquilmada la población de depredadores. Hoy sabemos que tenía razón. 
El mal estado de las praderas en gran parte del oeste de EEUU puede ser debido en parte a ungulados donde sus depredadores han sido esquilmados. Sabemos que la restauración de la cadena trófica por los lobos ha sido capaz de devolver el equilibrio a ecosistemas destruidos. En algunos ecosistemas, un depredador apical (como el lobo) controla la población de mesopredadores (como el coyote), y de esta forma los carnívoros más pequeños (como mustélidos) pueden mejorar sus poblaciones. La eliminación del depredador apical, a la inversa, hace que aumente desmesuradamente la población del mesopredador, afectando a la población del depredador más pequeño. Esto conlleva, por ejemplo, un aumento de roedores. 
En el este de Norteamérica, al eliminar al lobo, aumentó la incidencia de la enfermedad de Lyme (por garrapatas) en humanos. Incluso matar lobos hace que aumenten los coyotes y finalmente se desplazan los daños de bovino a ovino además de aumentar la mortalidad de crías de berrendo ya que los coyotes cambian de conducta al no tener lobos que les controlen. 

Un metaanálisis de eliminación de predadores encontró que las poblaciones de sus presas disminuyeron, lo que da cuenta de las múltiples vías indirectas de cómo puede ser alterada la compleja armonía de la cadena trófica con resultados imprevisibles.