CRÓNICA DEL EXTERMINIO DEL LOBO EN SUIZA HASTA FINES DEL S.XIX
La desforestación de Suiza para la
ganadería alcanzó un punto máximo en el s.XVI. En aquella época, la destrucción
de los hábitats salvajes, la invasión del ganado y la desaparición de los
ungulados salvajes llevó al aumento del conflicto de los humanos con los lobos.
La persecución a la que se sometió a la especie llevó a su desaparición en
Zürich en 1684, en Appenzell Ausserrhoden en 1695, en Schaffhausen en 1712… Los
últimos indicios de la existencia del lobo en el centro de Suiza datan de 1707
en Zug, 1753 en Uri y 1793 en Glarus. Se extinguieron en Engadin en 1821. Entre
1762 y 1842, se recompensó la muerte de al menos 80 lobos en Vaud. En Valais
desaparecieron finalmente en 1870, en Ticino en 1872 y en Solothurn en 1874. No
obstante, algún dispersante que otro llegó de vez en cuando puesto que en 1908
fue matado un lo bo en Ticino y dos lobos en Lignerolle en 1914. Pero ninguna
noticia se tuvo más de ellos. El ganado
empezó a pastar libremente y sin protección en las montañas de los Alpes suizos
ya a fines del s.XIX. La persecución implacable de los ganaderos había llevado
al lobo a su exterminio total y se hicieron los dueños de las montañas. Las
montañas habían sido transformadas a su antojo con muchos pastos y había sido
eliminada gran parte de la fauna salvaje que constituía el alimento presa de
los lobos.
EL REGRESO DEL LOBO A SUIZA. AÑOS 90 DEL S.XX
Un siglo y medio después, en 1987, el
lobo comienza a hacer su aparición nuevamente en Suiza provenientes de los
Alpes italianos. Los primeros indicios se encontraron en la región de Valais. Llegaban
jóvenes dispersantes que poco a poco iban ocupando antiguos territorios
perdidos para la especie, afortunadamente para los ecosistemas de montaña y su
biodiversidad, afortunadamente
para los conservacionistas y los amantes de la vida y la fauna, y
desafortunadamente para los ganaderos acomodados, esos que dejan abandonado su
ganado en los pastos de altura durante el verano.
Fue a partir de 1995 cuando se empezó realmente a hacer notar la
presencia del lobo en Suiza nuevamente. Aquél verano hubo muertes de ovejas en
la región del Gran San Bernardo. Los ganaderos ya no conocían la convivencia
con predadores en el medio y se habían acomodado en gran extremo, dejando
pastar grandes rebaños de ovejas sin vigilancia alguna en la montaña. Los
estudios genéticos de excrementos y otros restos confirmaban que todos los lobos que llegaban
a Suiza provenían de Alpes italianos. En aquél año se detectaron dos jóvenes
machos dispersantes y durante el invierno se llegó a fotografiar uno mediante
fototrampeo. Un guarda vio un lobo herido y nada más se supo de los lobos
durante dos años. Entonces había sido una aparición misteriosa que alimentó la
leyenda mágica del lobo. Pero en otoño de 1998 se produce una lobada repentina.
Posteriormente, aparece un lobo matado ilegalmente de un disparo. Un joven
macho dispersante de Italia. Se avista otro lobo, se detectan rastros, aparecen
más daños… En enero de 1999 se encuentra un lobo fatalmente herido, creo que
atropellado, otro macho joven que resultó ser hermano del anterior como
confirmaron los estudios genéticos. En primavera detectan más indicios de lobos
y se producen más bajas en rebaños sin protección. Se observa un lobo y se
analizan excrementos. Hay otro macho dispersante italiano y es detectado
prácticamente durante todo un año. Ya no dejaron de aparecer indicios
regularmente y daños en ovejas.
EL LOBO EN SUIZA. SIGLO XXI.
En el año 2000 hay una lobada en la que mueren sólo 9 ovejas
(un número ridículo), lo que hace que se autorice la muerte de un lobo en
Evolène. Ese verano cae un lobo en el valle de Hérens. Era un macho adulto
italiano pero no coincidía con los lobos que habían producido los ataques al
ganado. Ese mismo día, un guarda de caza, ni corto ni perezoso, dispara y hiere
fatalmente a un lobo en Ginals, del que nunca más se supo.
El joven macho M06 fue matado en el 2000 bajo un permiso después de haber protagonizado numerosas lobadas durante año y medio.
En 2001 se producen algunos daños y se detecta un lobo. Ese
otoño un cazador mata un lobo macho adulto italiano de 42 kgs en Margna. Aquél
año se apostó por crear el Proyecto Lobo con el que se marcaron las reglas que
hacían posible la ejecución de un lobo concreto. Si un lobo determinado hubiera
matado más de 35 ovejas en 4 meses o 25 ovejas en un mes, podría ser ejecutado.
Era la forma en la que creyeron que podrían terminar con individuos
especialmente conflictivos y no atentar de forma muy directa contra la especie
sin excusa. Matar un lobo de forma ilegal puede costar muy caro y hasta un año
de prisión. En diferentes regiones se tomaron diferentes medidas. En Vaud, por
ejemplo, se financiaron perros protectores, lo que hizo que los daños al ganado
desaparecieran.
En el siguiente verano, 2002, volvió a haber ataques en las
noches de los Alpes suizos. Los excrementos mostraron que se trataba de una
loba italiana. Se tomó la medida de proteger los rebaños con mastines y así desaparecieron
los daños.
En 2003 al menos un lobo italiano se quedó a vivir y se
produjeron daños en ovejas sin vigilancia en el cantón de Valais y en algún
lugar de la frontera con Italia.
En 2004 se produjo un ataque mínimo (¡a una cabra!) por un
macho italiano. Ese año una cámara de fototrampeo capturó la imagen de ese
lobo, que parecía ser que llevaba un par de años residiendo en la zona. Al año
siguiente otra cámara trampa fotografía un lobo. Y en Valendas/Durschin se
detecta otro lobo macho diferente.
En 2006 un furtivo dispara a un lobo que por lo visto huye
herido y termina sobreviviendo. Ese año aparece otro lobo atropellado por un
tren, supuestamente. Un macho italiano también, que tenía sarna. Se vio otro
lobo durante el verano y hubo daños al ganado. Se dio licencia para matar un ejemplar
en Valais. Se vieron tres ciervos matados por lobo en Klosters. Hubo una lobada
con 8 ovejas muertas y 11 heridas, y algunas desaparecidas. El permiso de matar
lobo en Valais despertó quejas conservacionistas. En otoño se detectó una loba
en Valais y una loba fue matada por un guarda de caza. Un mes después otro
guarda de caza mató otro lobo en Valais. En la necropsia se detectó que ya
había sufrido algún disparo anterior al que había sobrevivido. Siguió habiendo
rebaños sin vigilancia y daños por lobos.
Lobo fotografiado en las montañas suizas.
En 2006 en
Chablais, tras una lobada, un político suizo del partido PDC (demócrata-cristiano), Jean René Forunier, autorizó una
batida sin querer tener en cuenta la prohibición de caza. Fue denunciado por
WWF, y se le consideró culpable. Pero unos meses después el cuerpo disecado del
lobo estaba en su oficina. Mofándose de todos, alegó que quería “disfrutar de este bello animal”
mientras llegaba la aprobación de los recursos que había presentado contra la
denuncia.
Como era diputado, movió todo para que el Parlamento suizo modificara
el Convenio de Berna a su antojo tras el delito. Estaba seguro de que sería
modificado a su medida y que se permitiría la caza del lobo. Pero las
organizaciones chwolf y wolfbaerluchs no permitieron tan barbaridad. Los
tribunales le consideraron culpable aunque realmente sólo fue castigado a 60
horas de trabajo social durante dos años, lo que es una vergüenza para un
delito medioambiental tan grave. Al menos se reconoció que el lobo había sido
matado ilegalmente, furtivamente, por un diputado y con apoyo de su gobierno.
Lobo en Surselva, Suiza, 2006
En 2007 se vio un lobo en diferentes sitios y se produjeron
daños a ovejas. Un lobo atacó repetidas veces a ovejas durante el verano y
durante 4 meses incluso mató algunos terneros. Apareció el lobo en el cantón de
Vaud por vez primera en más de 150 años. En otoño se detectó otro lobo en donde
había un lobo residente desde 2002. Pero este era diferente.
El primer lobo de las zonas altas del cantón de Berna fue sorprendido por cámaras instaladas para el estudio de linces boreales en enero 2008. Se supuso que era el mismo que se había detectado desde 2006 en otros lugares y después en Friburgo.
En 2008 se detectó al lobo que se vio en otros lugares desde
2006 y fue fotografiado, incluso. Se vieron más lobos y se fotografió otro.
Entró en vigor un plan del lobo pero los conservacionistas lo consideraron una
farsa porque no quedaba protegido. Daños en un rebaño de cabras provocaron la
ira ganadera. En el verano aumentaron los daños. Ese otoño se detectó el lobo
en Obwalden por primera vez en 164 años y una cámara de fototrampeo capturó la
imagen de un lobo en Melchtal. Se detectó un lobo en Val Müstair en Engadina. En el
Valais se denegó la autorización para matar lobos porque las ovejas no estaban
suficientemente protegidas cuando se produjeron los daños. Se avanzó
ligeramente en métodos preventivos, con la entrega de 150 perros protectores. Se
hizo una encuesta para conocer la opinión del público general y el 80% de la
población de Suiza defendía el retorno natural del lobo a sus montañas.
En 2009
nuevos ataques a ovejas complicaron la situación. En Valais y Lucerna se quería
matar a 3 lobos causantes de daños. En una de las ocasiones parece ser que el
rebaño estaba vigilado por dos perros de montaña y también un burro y aún así
murieron 15 ovejas. Quiero señalar que esto ocurre porque la vigilancia, esto
es, los perros, no es la adecuada. No todos los perros sirven. Ya que los
ganaderos actuales han perdido el conocimiento del manejo y selección de los
perros, deberían recibir orientación técnica.
Se hablaba de unos 200 lobos en los Alpes, de los
cuales 150 vivirían en Francia y 40 en Italia. En Suiza se habían identificado
7 individuos diferentes y podría haber hasta 20 con tendencia al aumento.
Los ganaderos, como siempre, y como en todas partes, se
quejan… dicen que tienen que tener el ganado arriba, en los pastos. Que no hay
espacio para el lobo. Pero está demostrado que usando perros, pastores y cercas
nocturnas, los daños se reducen hasta desaparecer.
Se detectó el lobo por vez primera en dos siglos en el cantón
de Lucerna. Se siguen detectando lobos y sacando imágenes de fototrampeo en
diferentes lugares del país. En mayo se mata al lobo alpha de una manada del
norte de los Alpes franceses, en Glières en Haute-Savoie, cerca de la frontera
con Suiza. La loba estaba preñada así que un tiro había destruido a todo un
grupo. En 2008 había muerto atropellada en mayo una loba preñada en la zona,
así que el daño era muy grande. En el cantón de Schwyz se detecta el primer
lobo.
De 2000 a 2013 se habían concedido en Suiza 8 permisos de
matar lobos. Esto ha sido muy discutido pues el Convenio de Berna protege al
lobo de forma estricta en Suiza. Una de las medidas para proteger los rebaños
fue crear un grupo de perros protectores móvil, dirigido por una agencia de desarrollo
rural financiada por el Estado y que comenzó a usarse en 2012. Es un pastor con perros de raza Maremmano-Abruzzese.
El Maremmano Abruzzese “Terremoto”, con 9 años en 2012, con su dueño, Walter.
La tradición del uso de mastines para proteger rebaños había
desaparecido en Centroeuropa. Los ganaderos que sufren daños en una zona nueva
no están preparados, por lo
que va el grupo móvil durante el primer año de mayo a septiembre, durante la
época de pastos. La otra medida implementada son cercas eléctricas pero no son
tan prácticas en todos los casos y son muy caras. Los perros son más adaptables
y muchísimo más eficaces en todos los casos.
Lobo fototrampeado en Suiza 2011
A finales de agosto de 2012 una cámara de fototrampeo
fotografía un cachorro, primera evidencia de reproducción. En 2013 las cámaras
detectaron 5 cachorros. Una manada se había asentado en la Calanda, en los
Alpes Glaroneses.
Imagen de fototrampeo 2012 (Kora)
En enero de 2014, un
joven de ese grupo fue matado ilegalmente en la Calanda. Su cuerpo fue encontrado y se determinó que había muerto tras una larga agonía por un disparo. Los conservacionistas pagaban 11.000 euros por pistas para encontrar al culpable y condenarlo judicialmente. La lucha es encarnizada, y es lo que mantiene vivo al lobo. Este grupo ha tenido este año su 4ª camada, con al menos tres cachorros.
Un lobo sorprendido con fototrampeo en marzo 2014 cerca Pfäfers.
En el cantón de Valais, en la región de Augstbord, un macho cuya saliva se identificó en heridas de ganado recién matado en Friburgo en 2014 y que se bautizó como M46, parece que se ha unido a la loba F14, y esperamos que hayan tenido camada. Sería el segundo grupo familiar de Suiza.
Imagen de fototrampeo 2014 (Kora)
En 2015 se cuentan unos 25 lobos en toda Suiza, la inmensa mayoría
machos y repartidos por la mayoría de los cantones. Desde 1995, los científicos han
identificado 57 machos diferentes y 15 hembras, todos italianos. 15 lobos murieron o fueron matados, otros han muerto o han sido matados silenciosamente y otros quizás hayan abandonado el territorio suizo.
Hace unos días, este mes de agosto de 2015, se dio permiso
para matar un lobo que había superado la cifra requerida de muertes: había
matado 38 ovejas desde junio. La decisión ha sido rápidamente condenada por los
conservacionistas, que dicen que es LAMENTABLE QUE 20 AÑOS DESPUÉS DEL REGRESO
NATURAL DEL LOBO A SUIZA, TODAVÍA HAYA MUCHOS REBAÑOS SIN PROTECCIÓN. Por ello,
WWF va a recurrir la decisión.
Se ha aprobado una nueva ley bajo la cual la mitad de los cachorros nacidos en una manada podrían ser aniquilados si hay permiso de la administración. A partir de ahora, los cantones también podrán decidir, de forma independiente aunque con ciertas condiciones, sobre cómo actuar con los lobos solitarios que causan daños. Se les deja demasiado margen para interpretar. Aunque la ley dice que los padres de un supuesto grupo tienen que ser respetados, es muy difícil en la naturaleza diferenciarlos. La desestructuración de un grupo, sobre todo la eliminación de los padres, provoca efecto contrario al deseado: el aumento de los daños al ganado, que resulta presa mucho más fácil sobre todo sin vigilancia. En caso de duda, según la ley, los guardas no tienen derecho a disparar.
PIDEN EL USO DE PERROS PROTECTORES
Este perro forma parte del programa de protección de rebaños
que está siendo seguido desde Austria y Suiza. En Suiza hay unos 160 perros
protectores en activo, el triple que en 2003. Los perros pueden demostrar que
es posible la convivencia del lobo con la ganadería. Una media de 130 ovejas mueren
cada año en Suiza por los lobos (dato de 2012). En realidad es una cifra
ridícula aunque había bajado en comparación al año anterior, 2011 (274 bajas). Viéndolo
con perspectiva, hay 300.000 ovejas en Suiza. Sólo 1 de cada 1000 es
susceptible de ser matada por lobo, mientras que cada año son afectadas de
5.000 a 6.000 por ataques de perros y 4.000 mueren por enfermedades y
caídas. La presencia de los mastines protectores evita el ataque del lobo. El rebaño doméstico deja de ser presa fácil y se convierte en una acción de alto riesgo.
En los alrededores de Friburgo, en 2011, 81 ovejas sin protección murieron, pero donde los perros guardaban los rebaños, sólo murió 1 oveja.
Curiosamente, en el cantón de Graubünden, donde vive el único grupo familiar de lobos, los ganaderos están usando perros protectores y el clima social con el lobo es relajado. Muy diferente es en Valais, donde no usan perros y tienen rebaños pequeños; allí se pasan el día pidiendo controles de lobo.
Un problema para el mantenimiento de estos perros son los
turistas. Muchos excursionistas se quejan de que son acosados por los perros de
ganado. Para eso se creó en Suiza un programa informativo con el que se trataba de aleccionar a los excursionistas sobre cómo proceder ante el encuentro con perros protectores del ganado.
El regreso del lobo es indicatorio de que el ecosistema, antaño
muy dañado por la ganadería (destrucción del hábitat), se ha recuperado
bastante. Hoy la población de ungulados salvajes es más numerosa (ciervos,
corzos, rebecos), y los bosques suizos tienen unos 100.000 ciervos, lo que ya
constituye una amenaza para la salud del ecosistema, algo que sólo puede
subsanar la presencia de lobos y nunca la gestión cinegética humana
(Referencia: “Lo que el lobo sabe. Ecoetología y conservación del lobo. David
Nieto Maceín. Tundra Ediciones, 2014).