viernes, 4 de diciembre de 2020

UNAS REFLEXIONES SOBRE LA CAZA HOY.

 

El otro día alguien publicaba el dato de este año sobre los accidentes por la actividad cinegética.

Desde el 1 enero al 6 de septiembre de 2020 había habido 605 víctimas por accidente de caza (17 de ellas menores de edad), con 51 víctimas mortales (un menor entre ellas). Castilla La Mancha tenía 12 muertos, Andalucía y Castilla y León 9 muertos cada una, Asturias 5 muertos. Una búsqueda rápida en internet me llevó a encontrar dos víctimas mortales más desde el 6 de septiembre al 3 de diciembre. Una el 26 de noviembre en Castilla La Mancha y otra el 2 de diciembre en Teruel, ambas muertas por disparo de arma de caza.

Parece increíble que aún se siga permitiendo e incluso defendiendo esta actividad que solamente representa el hobby o entretenimiento de una minoría, un hobby que proviene de una herencia cultural, tradicional, y que les lleva a reventar de forma salvaje a animales por cuya vida otros muchos estamos luchando constantemente. No sólo es increíble sino horroroso teniendo en cuenta que además esa actividad se ha convertido en un lobby dañino y mafioso que tiene grandes influencias en las políticas rurales, municipales, provinciales, regionales y, finalmente, nacionales.

Hasta dónde llegará su influencia política que, mientras los demás estábamos confinados o limitados en nuestros movimientos, determinadas Comunidades Autónomas otorgaban vía libre a los cazadores para circular. La Xunta de Galicia les dejaba moverse libremente y pudiendo reunirse entre no convivientes si iban a matar jabalíes y lobos. Como si de nuestros protectores se tratase, hablando de la sobrepoblación de jabalíes que, de no ser por la caza, terminarían con el mundo rural tal y como lo conocemos. Eso sí, con la incongruencia de aniquilar al lobo, el mejor regulador del jabalí. Por supuesto, no existen estudios científicos que avalen ese aumento de los jabalíes pero sí sabemos que la actividad cinegética desequilibra la población de jabalíes. 

Engañan a los desinformados haciéndoles creer que, de no ser por los cazadores, seríamos invadidos por hordas de animales salvajes descontrolados. Esta es una de las más grandes y asquerosas patrañas de las que se vale la mafia cinegética. Se autoproclaman, incluso, guardianes de la conservación de la naturaleza. Para quien aún tenga algún atisbo de que esto pueda ser verídico, le invito a leer este artículo sobre la verdad de la caza.

El 29 de noviembre asesinaron a una osa en la montaña palentina en una batida al jabalí. Fue en Fuentes Carrionas, un espacio natural protegido por la Ley donde se han dado ya demasiados episodios de este tipo. Un auténtico punto negro para el oso pardo. Esta osa se sospecha que tenía un osezno, que quedaría desamparado. Una osa de una población en estado crítico. El mismo día, en Huesca, era abatida otra osa, Sarousse, del programa de reintroducción del Pirineo (introducida en 2006), durante otra batida de caza al jabalí. Los perros acosaron a la osa previamente. El cazador alega “defensa propia”, algo que además de falso nos parece bochornoso. (Es el tercer oso asesinado en el Pirineo en lo que va de año). ¿Cómo es posible que sigan permitiéndose batidas al jabalí allí donde hay posibilidad de haber osos? Es más ¿cómo se permite la caza en sí misma cuando pone en peligro de muerte a las personas? Al menos 53 muertos en este año no son suficientes, parece ser, puesto que la caza mueve dinero y, sobre todo, votos. Votos de la gente de los pueblos, ancladas en un pasado muy sangriento y turbio del que no pueden salir por tradición e incultura. 

En estos días también llega precisamente la publicación de un vídeo en el que una rehala de perros de caza ataca duramente a una vaca. La revista Jara y Sedal, el portal del lobby cinegético donde encontramos muchas de las más grandes patrañas a favor de la caza, pretendió hacer creer que eran lobos. Posteriormente, se vieron obligados a corregirlo cuando el autor del vídeo les llamó la atención. De no haber sido por el vídeo, posiblemente los daños producidos a la vaca habrían sido achacados al lobo y habrían exigido, como tantas otras veces y aumentando la estadística de daños, compensación económica.

El 5 de diciembre, mañana, termina la moratoria que permite cazar en los Parques Nacionales en determinadas condiciones. La Fundación cinegética Artemisan, referencia del lobby de la caza, pide que se amplíe y que se siga permitiendo la caza. Quieren que se reforme la Ley de Parques Nacionales para seguir cazando en ellos.