En abril de 2017, en Toscana apareció un lobo desollado colgado en una señal de tráfico. En octubre, otros dos lobos aparecieron de la misma espeluznante forma al sur de Siena. En julio de 2018, en los Pirineos franceses, se realizó una batida ILEGAL multitudinaria con cientos de personas armadas, que no encontraron ningún lobo.
En el norte de Italia, Bolzano y Trento introdujeron permisos legales para poder matar a los que sean considerados "lobos problemáticos", término subjetivo y controvertido que dará vía libre a los ganaderos para el exterminio que ellos desean.
Hubo una serie de grupos que presionaron, como lobby, a la política, para conseguir un cambio en la protección del lobo para poder matarlos. Uno de estos grupos es el Sudtiroler Bauernbund, que dice que matar a los lobos es la única opción que tienen. Y ya está. Ni prevención ni nada. Ellos lo primero, lo segundo y lo último. Ellos y sólo ellos. Pero esto ha sido paralizado legalmente por los Tribunales superiores que dice que estas dos regiones de Bolzano y Trento se han excedido en sus poderes. Sea como sea, ellos dicen que "el lobo nunca va a ser bienvenido en el norte de Italia y que si no se permite disparar a los lobos, los matarán de otras formas horribles. Lo mataremos legal o ilegalmente porque no tiene derecho a estar aquí".
Así son los ganaderos de estas zonas. Una lacra que extermina al lobo, a nuestra Biodiversidad.