Como recordaréis, se aprobó la
reintroducción del lobo en Isla Royale este mismo año debido a la inminente
extinción de la especie en este auténtico laboratorio salvaje del estudio de la
relación del lobo con sus presas.
Esta isla fue salvada por los
lobos de la destrucción por parte del crecimiento masivo de alces debido a la
falta de predadores naturales, un ejemplo de relación de equilibrio natural famoso
en el mundo entero y descrito en todos los libros de ecología. Los lobos
entraron de forma natural por un puente de hielo y se quedaron, restaurando el
equilibrio natural de todos los ecosistemas (ver en “Etología del lobo y del perro”
de Ediciones Tundra, o en “Lo que el lobo sabe”, Ediciones Tundra).
El número más alto de lobos en
la isla estuvo en cincuenta ejemplares en 1980 y llegó a haber hasta 4 manadas normalmente
de 3 a 8 individuos. Normalmente, eran
tres manadas bien conocidas y un número variable de lobos solitarios que llegó
a la decena. Las manadas eran conocidas como “East”, “Middle” y “Chippewa
Harbor”
Pero los lobos que colonizaron
la isla eran un grupo familiar compuesto por una pareja reproductora y sus
hijos. Aunque posteriormente logró llegar a la isla otro macho dispersante que
constituyó genética renovada, todos los lobos de Isla Royale provenían de la
misma loba fundadora. Los hijos se cruzaron con los hermanos, y entre sus
descendencias se recruzaron... creando un problema de endogamia exagerado.
Tanto es así, que esto redujo
su capacidad para superar enfermedades y su resistencia y produjo mutaciones y
problemas óseos hasta entonces desconocidos en poblaciones de lobos salvajes.
Fue conocido incluso un caso de muerte de loba en un parto, algo inaudito en
lobos salvajes. El parvovirus, introducido en la isla seguramente por algún
visitante, causó una debacle en los lobos justo cuando su población era mayor,
entre 1980 y 1981, y en 1982 la población cayó de los 50 ejemplares a sólo 14.
En 1991 se realizó un estudio de
la variabilidad genética y se descubrió que los lobos muestreados eran
genéticamente tan parecidos como una población de hermanos de cautividad. Fue
en 1997 cuando un macho externo cruzó un puente de hielo para llegar a la isla
y se cruzó con una loba logrando crear su propia manada, que llegó a ser
inusualmente grade, con diez ejemplares. De hecho parece que supuso la
desaparición de uno de los otros 4 grupos que había en aquél momento si bien
fue la salvación para la población de lobos de la isla, sumida en su grave
problema de consanguinidad. En 2009 se descubrió que más de la mitad de los
lobos de la isla descendían de aquél lobo. En la isla habría unos 23 lobos.
Aquél lobo tuvo 34 cachorros en sus 8 años de reproductor.
Este año 2018 ya sólo quedan
dos lobos de bastante edad (foto de arriba). Una pareja compuesta por padre e hija, además de
hermana, que además serán hijos de hermanos que serían a su vez hermanos. El
año pasado no tuvieron éxito en la reproducción y seguramente si tuvieran hijos
serían inviables. La población de lobos de la isla estaba funcionalmente
extinta y ahora ya es anecdótica su presencia.
El último lobo de Isla Royale persigue sin éxito a un zorro
Tras muchas divagaciones, se
tomó la decisión de intervenir con una reintroducción para evitar, entre otras
cosas, que la población de alces acabara por crecer desmesuradamente y destrozar
los frágiles ecosistemas de la isla como hicieran antes de la aparición del
lobo.
Ya se ven evidencias de artritis y enfermedades periodontales en los alces de Isla Royale, lo que recuerda a las épocas previas a la llegada de los lobos.
El plazo para la culminación de la introducción de 6 lobos será el 31 de
octubre de 2018. Después se continuará con la introducción en los próximos tres
años intentando que haya machos y hembras para que no resulte en endogamia.
Dos lobos provendrán de la
Península superior en Michigan y cuatro lobos más de la reserva india de Grand
Portage Band de Chippewa, de Minnesota. Son lobos de tierra firme de las zonas
que podrían haber proveído a la isla de lobos de forma natural. Para 2019 se
traerían lobos de Ontario que, al contrario de los de Michigan, tienen experiencia
en la predación de alces. Los de Michigan tendrán que aprender a hacerlo aunque
también encontrarán castores, una presa habitual para ellos y que han aumentado
su población en Isla Royale, al igual que los alces, desde la práctica
desaparición del lobo. Se plantea la duda de qué pasará cuando los lobos
introducidos se encuentren con los de Isla Royale, que son más débiles debido a
la consanguinidad que arrastran, además de edad avanzada. Se les libera en otra
zona evitando el territorio de esta pareja pero por lo demás se espera que lo
resuelvan por su cuenta.
liberación de la primera loba
Aquí llegó el martes la
primera pareja a Isla Royale provenientes de captura en la reserva india de
Minnesota. La loba salió de la caja como se ve en el vídeo. El macho esperó a que
cayera la noche para salir al amparo de la oscuridad. Ese mismo día también se
capturaron otros dos lobos pero fueron liberados porque los biólogos
responsables consideraron que eran demasiado jóvenes para ser reubicados.
Si esto tiene éxito, se habrá
escrito un nuevo capítulo no sólo para la larga e interesante historia de la
relación de lobos y alces en Isla Royale, sino también para la conservación del
lobo y la restauración de ecosistemas en el mundo.
Cuentan con los posibles
fracasos e incluso con el riesgo de muertes debido al traslado (del 3 al 5% de
los lobos podría morir, según dicen, durante la captura con peligros como la
anestesia). En los años 90 murieron dos lobos durante el traslado a
Yellowstone, uno porque el dardo anestésico entró directamente en su corazón y
el otro porque salió del Parque Nacional y fue disparado por furtivos). Incluso
podría ser que intenten nadar de vuelta a tierra firme, lo que sería un riesgo
muy grave para sus vidas. Si permanecen en la isla, donde la caza está
prohibida y hay vigilancia, y donde hay abundantes alces para ellos, tendrán
una buena oportunidad de éxito.
Contando previamente con los
fracasos posibles, una loba capturada en Minnesota ha muerto el jueves. Todo
apunta a que no salió de la anestesia.