Es una loba más... o quizás no. Es una loba más de la reducida población de lobos de Suecia y Noruega pero precisamente por reducida y, sobre todo, endogámica, es una loba muy importante desde el punto de vista genético para la población de lobos del país o de ambos países. Además, es un símbolo y un ejemplo de lo que sucede con los lobos en Suecia. En realidad, casi un mártir de los lobos suecos. De su historia ya he hablado y la última vez fue el 15 de febrero, cuando la habían sentenciado a muerte para dos días después y las organizaciones conservacionistas consiguieron que los Tribunales de Justicia la indultasen. Os ponía esa foto de Susi corriendo, huyendo siempre del hombre, acosada sin cesar, pendiente su vida de las decisiones de los políticos y de las amenazas del pueblo sami, los anti-lobo. Y me preguntaba yo ¿hasta cuándo podrá seguir corriendo?.
Tras esa pregunta se hizo un silencio sepulcral. No se ha vuelto a saber nada de Susi ni de su pareja a pesar de los esfuerzos por encontrarlos. Ni un sólo rastro. Nada. Se hizo este fin de semana esfuerzo extra por encontrarlos mediante rastreo en nieve con la sospecha de que hayan sido matados furtivamente pero no hubo éxito aunque se sospecha que pueden haberse marchado de la zona. Aún así, los malditos sami del pueblo de Vilhelmina, los exterminadores de lobos y devoradores de subvenciones, grandes vividores y enemigos de la biodiversidad, han solicitado un nuevo permiso para matar lobos este año. Es decir, para matar a la loba y a su pareja, que son los únicos que se mueven o movían por la zona. El permiso que pidieron el año pasado fue denegado y el plazo terminó ahora, por lo que podían solicitar otro aunque, al no haber presencia constatada de lobos, no pueden concedérselo. Y eso que la propia Organización Sueca de Samis ha reconocido en un estudio que han presentado en un Symposium sobre el lobo que la mayor causa de muertes en los renos es el hambre por falta de alimento.